Una de tantas ponencias a las que acudí este fin de semana en la feria de Expocoaching, fue la del gran Bernabé Tierno sobre “El poder de la mente”. ¡Qué ponencia! Ha sido una de esas conferencias que te llegan a lo más profundo de tu corazón y no te dejan indiferente, sino que te llevan a una reflexión que crean en ti, un antes y un después. ¡Ha sido todo un regalo escucharlo!
Una de las frases que dijo fue:
“Somos lo que hacemos con nuestras actitudes, pero nuestras actitudes son fruto de nuestros pensamientos”
¡Qué verdad! Muchas personas no son conscientes de la influencia que tienen nuestros pensamientos, en cómo nos sentimos y en cómo nos comportamos. Cada uno de éstos genera una emoción (alegría, miedo, tristeza…), y cada emoción tiene un impacto en nosotros.
En muchas ocasiones, no digo en todas, lo que más nos hace sufrir es la interpretación de los pensamientos que nos vienen a la cabeza, cuántas veces nos boicoteamos a nosotros mismos!!!.Por eso, es muy importante el CUIDAR nuestros pensamientos y si es necesario REEDUCARLOS para sustituir los negativos, exagerados, pesimistas…y en general todos aquellos que nos causan malestares innecesarios, por otros más realistas, más positivos.
Cuando aprendemos esto, la vida no sólo se vuelve más sencilla, sino que podemos disfrutarla mucho más.
Por lo tanto, no podemos negar la importancia que el pensamiento tiene en nuestra vida. Recordemos que nuestros pensamientos tienen el poder de cambiar nuestro estado de ánimo.
“Lo que un hombre piensa de sí mismo, esto es lo que determina, o más bien indica, su destino” Henry David Thoreau, o como dice Stephen Crane ” El que puede cambiar sus pensamiento puede cambiar su destino”
Aquí os dejo algunos pasos a seguir para controlar nuestros pensamientos:
- TOMAR CONCIENCIA de la gran cantidad de pensamientos negativos que podemos llegar a tener, es el primer paso.
- SER CONSCIENTE de que SOMOS NOSOTROS quienes tenemos el control sobre lo que pensamos. Es nuestra responsabilidad elegir pensar de forma positiva o negativa.
- DETECTAR los pensamientos negativos y los que nos produzcan malestar.
- DESTRÚIRLOS, acabar con ellos. No podemos dejar que sigan y que se cuelen en nuestra mente.
- SUSTITÚIRLOS. La clave es sustituir: cambia los pensamientos que te centran en lo que no quieres por otros opuestos y en positivo.
- VISUALÍZATE: Crear imágenes mentales de lo que quieres y disfruta imaginándolo, con todo lujo de detalles, cómo te sentirías y lo que harías si ya fuera una realidad.
- COMPÓRTATE como si ya lo hubieras conseguido. Si cambiamos la corporabilidad inmediatamente nuestras emociones cambian, y por lo tanto nuestros pensamientos. Así que hay que cambiar el mensaje que proyectamos con nuestro cuerpo.
Para que todo esto funcione, tiene que ser un ejercicio diario y constante. Proponte un mínimo de tres semanas haciendo este ejercicio mental ¡ya me dirás los cambios!