Este juego de cartas está creado para identificar, seleccionar y clasificar las emociones que mejor definan a tu empresa, equipo o marca personal y se quieran transmitir a los clientes (tanto internos como externos).
Es un juego ingenioso, sencillo y divertido con el que se pueden identificar y analizar las emociones positivas que se quieren potenciar, así como las emociones negativas que no se desean transmitir.
Cada acción que realizamos, tanto personal como profesional, transmite una serie de emociones. Es importante tener claro qué emociones queremos transmitir. Gracias a este juego podrás reflexionar y comprender el gran impacto que provocan las emociones.
Al finalizar la dinámica, podrás identificar las 3 emociones positivas que representa tu empresa, equipo o marca personal, y que necesitas para alcanzar un determinado objetivo, así como las 3 emociones negativas que debes desechar ya que no son útiles para conseguir tu meta.
¿Cómo empezar a jugar?
- Al inicio del juego encontrarás un entorno similar al del popular juego de “El solitario”. El tablero virtual cuenta con 46 cartas colocadas boca abajo. Disponemos de 10 espacios:
- 5 espacios en la parte superior para emociones positivas (3 emociones + 2 comodines por si tienes dudas)
- 5 espacios en la parte inferior para emociones negativas (3 emociones + 2 comodines por si tienes dudas)
- Haz clic en el mazo (parte inferior izquierda). Se repartirán cartas que deberás clasificar en emociones positivas o útiles y emociones negativas o inútiles. Recuerda que el resultado del juego será definir las 3 emociones que te ayudarán con tu objetivo y 3 negativas que no quieres transmitir.
- Al descubrir una carta con una emoción, debes decidir si colocarla en el grupo de las emociones positivas o en el de las negativas, según tu criterio. ¿Es una emoción que te gustaría evocar con tu negocio/marca? ¿Esta emoción representa mi empresa, equipo o marca personal? ¿Es útil para alcanzar mi objetivo?
- Tienes 3 opciones:
- Sí, representa a mi empresa o marca y es útil para mis objetivos – Colócala en la parte superior de las emociones positivas.
- No. Quiero evitar transmitir esta emoción. No es útil – Colócala en la parte inferior de las emociones negativas.
- Tengo dudas – Colócala en la zona de comodines.
- Una vez relleno los dos grupos de emociones, sigue descubriendo cartas con emociones nuevas. Ahora debes decidir si la nueva emoción es más representativa y cambiarlas o quedarte con las elegidas anteriormente. Si la nueva carta no las supera, la puedes descartar.
- Repite el proceso hasta que acabe el mazo.
- Cuando hayas terminado, dispondrás de:
- 3 emociones positivas principales (como máximo) y 2 emociones en la zona comodín.
- 3 emociones negativas que quieres eliminar (como máximo) y 2 emociones en la zona comodín.
- A continuación, se puntúa con honestidad cómo están presentes en el momento actual cada una de las emociones positivas en tu negocio o marca personal. Del 1 al 10 (siendo 1 la puntuación más baja y 10 la más alta)
- Ahora, clasifica las emociones positivas de mayor a menor importancia. Para ti, ¿cuál es la emoción más importante y que más te representa a ti o tu negocio?
- De las 3 emociones negativas, reflexiona sobre qué acciones o situaciones pueden generar esas emociones. Plantea preguntas cómo: ¿Cómo generamos la emoción x en los clientes? ¿Qué situaciones las pueden provocar?
- Tras estos planteamientos, se elabora un plan de acción en el que se especifique cómo se pueden mejorar las emociones positivas con una nota por debajo de 6 y mantener las emociones con puntuación alta. Se puede realizar una lista de acciones. Por otro lado, se incluye una lista de acciones que puedan evitar provocar las emociones negativas. Se pone en común con el equipo y se redacta el documento final.
- ¡Felicidades! Ya has identificado las emociones representativas de tu empresa, equipo o marca personal. Te invitamos a poner en marcha ese plan de acción y a tener muy en cuenta las emociones en tus objetivos.
*En caso que esta dinámica se haga en grupo, las decisiones tienen que llegar a consenso.