¿A quién no lo cuesta adquirir nuevos hábitos o deshacerse de ellos? Hoy, precisamente, quiero compartir con vosotros las “Regla de los 20 segundos” que os ayudará tanto a la hora de adquirir nuevos hábitos, como a deshaceros de alguno ya establecido.
Esta Regla lo que nos quiere decir, como bien indica su nombre “20 segundos”, que una franja de tiempo puede marcar la diferencia entre llevar a cabo un hábito o no llevarlo.
Un ejemplo muy claro es el que expuso Shawn Achor en su libro Happiness Advantage (La Ventaja de la Felicidad), el ejemplo es el siguiente:
Imaginemos que nos proponemos empezar a leer más y dejar de ver tanto la televisión. Es muy fácil decirlo, pero la realidad es otra cuando llegamos a casa después de un día de trabajo agotador , vemos el sofá, ahí tan apetecible, y además con el mando a distancia al lado , ¡de lo más accesible! Por supuesto, lo más fácil es cogerlo y encender la televisión. Todo está a mano para que hagamos justo lo que no queremos hacer. ¿Y si lo complicamos para que no sea así? Es decir, ¿y si diseñamos nuestro entorno para que sean mucho más accesibles los nuevos hábitos que queremos adquirir? Es decir, siguiendo con el ejemplo anterior, imaginemos que llegamos a casa, estando el sofá sigue en el mismo sitio pero el mando a distancia lo hemos puesto en otra habitación y además le hemos quitado las pilas, poniendo el libro que queríamos leer encima del sofá. Aquí lo más probable es que nos tiremos en el sofá a leer ese libro que deseábamos por un rato. ¿A que cambia la cosa?
Así que, cuando queramos comenzar con un nuevo hábito, diseñemos nuestro entorno para hacerlo lo más accesible posible, es decir, que a la hora de ponernos no tardemos más de 20 segundos en pasar a la acción. Por ejemplo: si queremos empezar a hacer deporte por las mañanas, tengamos todo listo para nada más levantarnos no nos dé tiempo ni pensarlo, cojamos nuestras cosas y vayamos directamente al gimnasio o si queremos empezar a beber más agua llevemos siempre con nosotros una botella. De lo contrario, cuando queramos deshacernos de algún hábito, hagamos al revés, diseñemos todo nuestro entorno de manera que nos resulte complicado el llevarlo a cabo y tardemos más de 20 segundos, intentando poner las mayores barreras posibles para no llevarlo a cabo. Aquí por ejemplo, si queremos dejar de beber coca –cola todos los días, no tener la coca cola de lo más accesible, sino que lo compliquemos para encontrarla, y así poner resistencia al hacerlo o como el ejemplo que expuso Shawn si queremos dejar de ver tanta televisión, pongamos el mando a distancia en un lugar lejos de la televisión y para complicarlo más y poner más resistencia quitemos las pilas del mando a distancia.
Si a esta Regla la llevas a cabo junto con el Método Cadena entonces las probabilidades de adquirir un nuevo hábito o deshacerte de alguno aumentarán enormemente!!!
Recordemos:
“Los hábitos del hombre forjan su propia fortuna” (Publio Sirio)